La corrosión, el efecto de la lluvia y el polvo causa degradación y deformación sobre productos y materiales con enormes pérdidas económicas todos los años. El ensayo de corrosión expone a los productos a una atmósfera de niebla salina controlada con temperatura elevada. La degradación producida por el impacto del polvo o la acción directa de la lluvia simula el estrés causado de forma acelerada.
